Cada persona alberga dentro de sí una diversidad de imágenes, sonidos, percepciones, sentires y experiencias que conforman una particular visión del mundo y moldean la manera en que interactuamos con este. Nuestro imaginario personal puede verse enriquecido con la experiencia onírica, reinterpretando vivencias cotidianas a través del aspecto metafórico y simbólico de los sueños.

Este proyecto pretende representar dicho territorio interno a través de una serie de ilustraciones organizadas en tres capítulos: Etéreo, Subterráneo y Transitorio, cada uno aludiendo a algún estado o sentir particular.