Las ilustraciones fueron hechas combinando elementos tradicionales y digitales.

Tras investigar y probar diferentes técnicas con las que pudiera sentirme más a gusto con mi trabajo, me decanté por el grafito, por su simpleza y versatilidad, además de una necesidad de volver a lo "fundamental". En ocasiones también se hizo uso de aguadas en tinta o acuarela.
Posteriormente se compusieron y editaron las partes en Adobe Photoshop, ajustando detalles, iluminación y contraste.
Además, considerando que la obra final consta de archivos digitales, los restos del proceso tradicional se reutilizaron en nuevas composiciones, a modo de bitácora.